En el sector se multiplican los ejemplos de envases llamativos, atractivos e improbables, como contenedores de frutas y hortalizas, que en esa búsqueda de una diferenciación a menudo auto-referencial, con el tiempo se descubren poco factibles por su alto impacto en el coste unitario y la escasa repercusión y receptividad por parte de los consumidores.
Afortunadamente, también hay auténticas innovaciones: soluciones capaces de resolver problemas e inconvenientes hasta ahora no solventados y que tienen su verdadero valor añadido al ser ‘sostenibles’ en todos los sentidos. En esta línea de investigación nace el nuevo ‘Sormabag’ que se está presentado en Berlín durante la feria Fruit Logistica. Simple y básico en su diseño al tiempo que elegante estéticamente, este nuevo envase ofrece una larga lista de ventajas demandas tanto por productores como consumidores —más conscientes hoy día de sus compras.
En comparación a los envases tradicionales, ‘Sormabag’ emplea un 50% menos de material y utiliza solamente polipropileno (lo que lo convierte en un envase totalmente reciclable), respondiendo así a la necesidad vital de reducir tanto los costes de producción como su impacto en el medio ambiente. Incluso en plano de la funcionalidad, este nuevo envase es una absoluta novedad: a pesar de su ligereza, garantiza una alta resistencia.
Además, su transparencia total y la perforación equilibrada de la red, asociada con la esbeltez del asa (que fluye a través del envase, sin desperdicio de material), hacen que cada producto esté bien visible en el interior del envase y asegura una mayor ventilación, alargando así su shelf-life (vida útil). Ergonomía y estética son los principales puntos de atracción de cara al consumidor: además de su elegante sencillez que capta la atención del comprador, su asa está diseñada a prueba de niños y su apertura es simple e inmediata —sólo con un leve tirón.
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