Peso volumétrico: qué es, cómo se calcula y cómo afecta al coste de tus envíos

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Las empresas de paquetería no solo se fijan en el peso real de una mercancía para determinar la tarifa que cobran a sus clientes. En algunos casos, cuando el espacio que ocupan los paquetes es proporcionalmente muy superior a los kilogramos que marca la báscula, las compañías toman como base el peso volumétrico.

Una mala elección en el embalaje de los productos de tu almacén o tu e-commerce puede incrementar el peso volumétrico y, por tanto, encarecer considerablemente el coste de tus envíos. Por eso, desde Rajapack queremos mostrarte qué es esta variable, cómo se calcula y qué debes tener en cuenta para controlarla. ¡Y mantén los gastos de tu negocio a raya!

¿Qué es el peso volumen?

El peso volumétrico o peso volumen es un cálculo del espacio que ocupa una mercancía dentro del medio (furgoneta, camión,

tren, avión, etc.) que se va a utilizar para su envío teniendo en cuenta sus dimensiones. Las empresas de transporte toman como guía esta medida para establecer el precio del envío cuando se trata de paquetes de gran tamaño que, proporcionalmente, tienen un peso en kilogramos mucho menor que su volumen.

A la hora de tasar un paquete, se calcula tanto su peso real como su peso volumétrico. La empresa decidirá la tarifa aplicable basándose en la cifra más alta de las dos. De ahí que el coste de enviar mercancías poco pesadas pero muy voluminosas pueda resultar exagerado.

¿Cómo calcular el peso volumétrico de una caja?

Para calcular el peso volumétrico de una caja pueden utilizarse distintas fórmulas. Cada empresa de paquetería emplea su propio método. Así que es clave que consultes las normas que siguen tus proveedores para asegurarte de que estás eligiendo la opción más rentable para tu negocio.

Fórmulas para calcular el peso volumen de una caja

Lo más habitual es que las compañías de mensajería utilicen alguno de los siguientes métodos para determinar el peso volumétrico de un envío:

Multiplicar el largo por el ancho y por el alto en centímetros, y dividir la cifra obtenida entre 5.000.

Por ejemplo, una caja de 50cm de largo, 30 cm de ancho y 20 cm de alto se calcularía:

Multiplicar el largo por el ancho y por el alto en metros, y multiplicar después del resultado por un factor de conversión. Este factor lo fija la propia empresa de paquetería en función de cuántos kilogramos de peso pueda llegar a albergar un metro cúbico de sus contenedores.

Siguiendo el mismo ejemplo anterior, esta formula sería:

Multiplicar el largo por el ancho y por el alto en centímetros y esta cifra, a su vez, por el cubicaje, que se obtiene dividiendo el peso del paquete en kilogramos entre los metros cúbicos que ocupa. El número resultante se divide entre 1.000.000.

Siguiendo el mismo ejemplo, quedaría:

Las firmas de mensajería trabajan con rangos de peso (normalmente, en kilogramos) para aplicar sus tarifas. Por tanto, cuando al calcular el peso volumétrico se obtiene una cifra con decimales, esta se redondea al alza para asignar el precio de envío.

¿Cómo afecta el peso volumen al coste de tus envíos?

Cuando se escogen cajas desproporcionadamente grandes para embalar objetos de muy poco peso, la repercusión del peso volumétrico en el coste de los envíos está clara: no solo vas a pagar por el espacio preciso para colocar los productos que estás enviando, sino también por el aire extra que los acompaña dentro de la caja.

De esta manera, una decisión que, a priori, parece nimia, puede terminar provocando un despilfarro de dinero incalculable en la partida de transporte de un almacén o tienda online.

¿Cómo controlar el peso volumétrico para ahorrar en tus envíos?

Ya sabes que el exceso de embalaje contribuye a dañar tu imagen de marca. Pero quizás desconocías que también puede disparar el coste de tus envíos, acrecentando injustificadamente su peso volumétrico. Para evitarlo, la solución es la más lógica: optimizar el embalaje de tu negocio teniendo en cuenta que menos es más.

En Rajapack te ayudamos a declarar la guerra a lo superfluo. Disponemos de las mejores soluciones de embalaje para empaquetar tus productos con dos objetivos:

• Que viajen correctamente protegidos para que lleguen intactos a su destino.
• Y que ocupen el menor espacio posible en el avión, camión o tren para abaratar la distribución.