Pese a las herramientas que tiene a su favor el sector del final de línea(disponer de un bajo nivel de endeudamiento y ofrecer un producto asequible para las empresas incluso en dificultades), la duración de la crisis económica ha acabado por hacer mella en este campo. Las dificultades sufridas por muchas de las compañías, que en este periodo han sobrevivido como meros talleres de reparación y recambio ante la caída del negocio, unida a una creciente competencia internacional, han hecho inviable la continuidad de buena parte de las mismas.
El parón total del consumo y la sensación de inseguridad que atenazan a la economía europea, y en especial a la española, son las causas directas del recrudecimiento de la situación, que se complica notablemente teniendo en cuenta que es un sector al que le cuesta mucho salir al exterior y que, por tanto, depende demasiado del mercado interno.
No hay muchas claves más, aparte de aguantar. El primer trimestre de 2013 ha empezado con otros bríos, sensiblemente mejor de lo esperado, aunque el resto del año se plantea como una incognita. Por lo pronto, tras un año y medio protagonizado por los procesos concursales y los ceses de actividad, repetir la facturación lograda en 2012, unos 252 M€, se entendería como una buena noticia.
La vara de medir para la recuperación del sector, la inversión en I+D, parece estar también repuntando y aunque las cifras son por lo general modestas (casi nadie supera los 400.000 € de desembolso por este concepto) suponen un importantísimo esfuerzo para unas compañías con cuentas saneadas pero por lo general poco dadas a efectuar desembolsos.
En realidad, la inversión en este concepto es una mera cuestión de supervivencia. A la vista del creciente ramillete de empresas en situación complicada o directamente ya cerradas, todo parece indicar que la compañía que no dedique tiempo y dinero a la innovación acabará por desaparecer, a la vista de una competencia procedente desde el exterior que cada año redobla sus esfuerzos para lograr mejorar su porción en la tarta del mercado español.
Juanjo Guisado
Fuente: Alimarket
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