El envase premium del futuro

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Incluso en el caso de los productos de uso diario, las primeras impresiones son importantes.

Y en el punto de venta, la primera impresión es generalmente el envase, porque es lo primero que el cliente percibe. En este contexto, el diseño es especialmente importante, ya que el envase tiene que ser atractivo para que el cliente desencadene el impulso de comprarlo. Según una encuesta realizada por Statista, el 69% de las empresas alemanas están convencidas de que el diseño de envases juega un papel importante en la gestión de la marca y en la comunicación con los clientes.
En FachPack 2018, el diseño de embalajes y los materiales innovadores ocuparon un lugar destacado en la feria especial Premium Packaging, creada por bayern design para la NürnbergMesse. Las cerca de 40 exposiciones de todo el mundo fueron una prueba de cómo el diseño de envases puede ayudar a conseguir una imagen de marca de éxito. En la feria, que se dividió en tres categorías: Empower, Sustain y Connect, los visitantes pudieron admirar una selección de galardonados diseños de envases del segmento premium que dan vida a tendencias, tecnologías y materiales.

El envase como valor añadido
La categoría Empower presenta productos en los que el packaging no sólo cumple una función de protección y transporte, sino que al mismo tiempo es una parte del producto para la que el cliente puede encontrar un uso adicional. Por ejemplo, Anne Bansen, estudiante de diseño industrial en HTW Berlín, desarrolló una alternativa inteligente a la fecha de caducidad convencional con su envase Tast(e) Food, que ganó el Premio Alemán de Embalaje 2017 en la categoría “Young Talent”. El envase “se comunica” con el consumidor a través de una lámina de sellado que cambia de estructura e indica cuando el contenido no es comestible. Tan pronto como se producen cambios bioquímicos en la atmósfera protegida de los alimentos envasados, esto se indica en el envase mediante información visual y táctil.

Envases que son sostenibles
La sostenibilidad, la compatibilidad con el medio ambiente y evitar el plástico son los temas candentes en el diseño de envases. La categoría Sustain presentó a los pioneros en esta área. Uno de los muchos ejemplos destacados fue una solución de embalaje de Finlandia que utiliza una innovación de material de embalaje hecho de madera certificada FSC y aglutinantes naturales que es completamente biodegradable. Ganó el Premio al Embalaje Sostenible 2017. El material tiene todos los beneficios del plástico y también es superior a otras alternativas sostenibles en términos de precio, efectos de barrera y velocidad de biodegradación.

Contar historias, imagen de marca
La tercera categoría, Connect, reconoció los envases premium que lograron expresar la historia y el espíritu de la marca de una manera especial y animar a los consumidores a interactuar con ella. Un ejemplo de ello son los envases diseñados para las botellas de vino muy especiales de la bodega Oberhofer para la cosecha 2016, muy limitada, de cepas de 400 años de edad de “Rhodter Rosengarten”, el viñedo más antiguo del mundo. La historia del vino se visualiza muy bien a través del aspecto general del envase: el estampado que recrea la estructura leñosa de las viñas, el nudoso recorte en forma de parra en la parte delantera, las cuatro capas -una para cada siglo- que se abren en forma de abanico para revelar la botella y, por último, pero no por ello menos importante, la base sólida de roble rústico. Es una obra de arte completa que transmite perfectamente la historia de la marca y que ganó el premio Red Dot Award en 2018.

Este y otros ejemplos en la feria especial Premium Packaging demostraron que un buen diseño de envases siempre se ajusta a las necesidades y preferencias del grupo objetivo, por ejemplo, ventajas añadidas, compatibilidad con el medio ambiente o narración de historias. Las expectativas que se imponen a los envases dependen también de la edad de los consumidores a los que están destinados. Este fue también uno de los temas tratados en el Foro PackBox de FachPack 2018.

Generación Y y Z: consumidores exigentes
En su presentación, Nina Saller, diseñadora y fundadora de XbeyondS, con sede en Múnich, dijo que los grupos objetivo más jóvenes en particular, como la Generación Y y Z, son muy exigentes con el envase. Sus sistemas de valores son muy diferentes de los de las generaciones anteriores. El comportamiento de los consumidores de la Generación Y, también conocida como “milenarios”, es decir, los nacidos entre 1980 y finales de los 90, y la Generación Z posterior (nacida entre 1995 y 2010) se caracteriza por el disfrute, la individualidad y la conciencia social. Saller explicó que los fabricantes de envases están respondiendo a estas preferencias, requisitos y creencias con envases que se fabrican con pocos recursos, que aportan valor añadido al consumidor, que tienen un aspecto elegante y que pueden ser reutilizados, compostados o reciclados.

La demanda de envases inspiradores, inteligentes y sostenibles
Con respecto a las tendencias del envase, el ponente proporcionó ejemplos que pueden describirse utilizando los términos generales “identificar – inspirar”, “enriquecer – enriquecer – inteligente“ y ”preservar – sostenible”. Entre ellos, el envase como “accesorio que define la identidad”, que genera elementos de sorpresa, ofrece valor añadido y sirve como medio de comunicación. Por ejemplo, un fabricante de cosméticos ha producido una botella de papel transparente fabricada con papel PCR al 100%. Una vez utilizado el contenido de la botella, el consumidor puede romper el embalaje para separar los materiales para su reciclaje. Como incentivo, el envase contiene un paquete de semillas de plantas. La categoría ‘enrich – smart’ incluye envases que permiten la interacción con el consumidor, crean efectos sorpresa y ofrecen al consumidor un beneficio. Por ejemplo, los elementos de embalaje pueden imprimirse con tintas especiales ecológicas que sólo son visibles bajo luz ultravioleta. Estas tintas pueden utilizarse para la protección de marcas y para mensajes publicitarios.

El envase en la categoría ‘conserva – sostenible‘ se caracteriza por las siguientes propiedades: está formado por recursos sostenibles o material de desecho, es fácil de procesar, no tiene un aspecto ‘verde’ y es biodegradable. La Universidad de Gante, por ejemplo, desarrolló un envase sostenible a partir de aceite de cilantro y quitosano, un biopolímero derivado de las cáscaras de los crustáceos, para prolongar la vida útil de los productos alimenticios y cosméticos. El material tiene una protección natural contra hongos y bacterias, es tan fuerte como el aluminio, pero pesa sólo la mitad, y es completamente compostable.

En FachPack 2019, el tema de gran actualidad de los “envases respetuosos con el medio ambiente” también se reflejará en muchos stands de expositores, en la feria especial del pabellón 8 y en el programa de apoyo que la acompaña. Se presentarán soluciones inteligentes que sirven tanto al medio ambiente como a los consumidores, al tiempo que mantienen el ciclo completo del producto en el punto de mira.