La empresa especializada en la fabricación de embalajes, servicios de empaquetado y expedición, y distribución de materiales de embalaje, Embamat, ha invertido dos millones de euros en el traslado y la compra de maquinaria para su nueva sede en Terrassa, una instalación de 15.000 m<MD+>2. Con esta inversión, la empresa familiar dirigida por Jordi y Josep Amat se prepara para crecer al 12%-15% anual previsto para los próximos cuatro o cinco años.
Embamat, que tiene también plantas en Sant Esteve Sesrovires y Selva del Camp, y una plantilla total cercana al centenar de personas, facturó 15 millones de euros en el 2013. Es el mismo nivel de ventas que la empresa tenía en el 2008; luego en el 2009 bajó a 13 millones, y después se ha ido recuperando, explica Jordi Amat.
Euromat exporta apenas un 10% de sus ventas, pero está muy relacionada con la exportación: una parte importante de su negocio proviene del diseño y fabricación de los embalajes que contienen bienes de exportación. «Hacemos el embalaje para que la mercancía llegue en perfecto estado a su destino». La empresa empezó en 1939 siendo un aserradero de madera, que creó Josep Amat. Su hijo Antoni Amat empezó a fabricar cajas de madera, y sus nietos, Josep y Jordi Amat, ampliaron el abanico de productos: «hacemos embalajes de madera, de cartón, de espuma, de aluminio. Flight cases, como las que los músicos utilizan para transportar instrumentos y equipamientos eléctricos. O bolsas de aluminio (como las de las patatas fritas) para envolver cualquier mercancía que viaja en un contenedor marítimo y protegerla de la humedad». La cuarta generación, ahora Esteve y Roger Amat, ya están en la empresa.
«Podemos hacer embalajes para transportar desde un iPad hasta una máquina de tren», explica Amat. «Nuestro servicio es muy personalizado. Innovamos ofreciendo soluciones cada vez más económicas, y ecológicas». El 40% de su negocio viene de clientes del sector del automóvil, seguido de las industrias de maquinaria, ferroviaria o farmacéutica. Desde el 2012 Embamat está implantada dentro de la planta del fabricante de material ferroviario Faiveley en Selva del Camp, desde donde realiza el servicio de embalaje y expedición de sus productos. Y desde el 2009, es proveedor de las cajas para transportar los misiles que se fabrican en Inglaterra, Francia o Alemania, hasta las bases de la OTAN.
«Si la exportación va bien, nosotros vamos bien», dice Jordi Amat. Una implicación perfecta que seguro que aprovechará hoy el president de la Generalitat, Artur Mas, para inaugurar la nueva planta, situada en el polígono de Can Petit. El acto contará con numerosas autoridades locales, incluido el obispo de Terrassa, «para bendecir la nave: recuperamos la tradición, es una forma identitaria de defender nuestro país multicultural», dice Amat.
Fuente: La Vanguardia
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