Aspectos clave en la recogida selectiva de envases ligeros

La recogida selectiva de envases ligeros se basa en recuperar las diferentes fracciones de envases de forma separada del resto de residuos, para poderlos reciclar. El primer paso para facilitar este proceso es facilitar a la población contenedores amarillos, cosa de la que normalmente se encargan los propios ayuntamientos, para que se pueda depositar en ellos los envases ligeros (envases de plástico, latas y briks).

 

Aunque parezca un tema sin importancia aparente, la tipología y disposición de los contenedores amarillos y su ubicación en el entramado urbano son aspectos clave en la recogida selectiva de envases ligeros, hasta el extremo que definen dos modelos genéricos diferenciados de dicho proceso de recogida.

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La tipología y disposición de los contenedores amarillos y su ubicación en el entramado urbano son aspectos clave en la recogida selectiva de envases ligeros.

Recogida selectiva en áreas de aportación

Uno de los modelos de recogida existentes es la recogida selectiva en áreas de aportación, donde generalmente se utilizan contenedores de gran capacidad, tipo iglú o carga lateral, que disponen de unas bocas adaptadas para introducir los residuos en la parte superior.

Los contenedores de recogida de envases ligeros, destinados al depósito de envases de plástico, latas y envases tipo brik, de color amarillo, se colocan junto con el contenedor azul donde se depositan los envases de cartón y papel, y el iglú de color verde para el vidrio.

En cuanto a su ubicación, suelen colocarse en plazas o en lugares espaciosos, donde los camiones que realizan la recogida puedan acceder fácilmente.

En este sistema, el ciudadano separa los materiales en su casa y los deposita en los contenedores más próximos a su domicilio, que suelen ser vaciados siempre dependiendo de las necesidades.

El material que se recoge de los contenedores mediante este sistema suele ser de buena calidad, ya que por su simplicidad dificulta que se produzcan errores a la hora de depositar los residuos.

Recogida selectiva mediante contenedor en acera

El segundo sistema de recogida es el llamado sistema de recogida selectiva mediante contenedor en acera. En este caso, los contenedores suelen ser de menor tamaño que los citados anteriormente, de tipo carga trasera; aunque ocasionalmente se utilizan contenedores de carga lateral. Se sitúan junto a los contenedores de basura tradicionales, cerca de las viviendas de los ciudadanos.

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En la recogida selectiva en áreas de aportación generalmente se utilizan contenedores de gran capacidad,  tipo iglú o carga lateral.

 Este método ofrece una mayor comodidad para los ciudadanos, por su proximidad, lo que asegura una alta participación, aunque existe cierto riesgo de que el índice de “impropios” o materiales que no corresponden al contenedor sea mayor que en los casos de áreas de aportación.

Para que la recogida selectiva pueda ofrecer el beneficio para el medio ambiente que se espera de ella, a un coste razonable, es imprescindible que los ciudadanos participen no sólo separando sus residuos en el hogar, sino depositando los envases en el contenedor adecuado.

Bocas adaptadas

Estudios realizados por Ecoembes, el SIG que gestiona la recogida de envases ligeros a través de los contenedores amarillos, han demostrado que la existencia de bocas adaptadas a la recogida de envases ligeros tanto en áreas de aportación, como en la disposición de contenedores en acera, favorece la calidad del material recogido. Para los casos de contenedores de carga trasera y carga lateral, el contenedor debería disponer de un cierre que impida la apertura de la tapa, de forma que el modo de introducir los residuos sea a través de los orificios que se encuentran en la cubierta (con diámetros no superiores a los 30 cm).

¿Qué sistema es mejor?

La elección del sistema de recogida selectiva es una de las decisiones que está resultando más importante para las Entidades Locales, a la hora de poner en marcha un programa de recuperación de residuos de envases. Aspectos tales como la disponibilidad de espacio físico para los contenedores, el sistema de recogida de RSU implantado, la tipología urbanística, las inversiones a realizar o las condiciones de contratación de los servicios de recogida, son determinantes a la hora de dicha elección.

La decisión sobre el sistema de recogida a implantar no sólo tiene influencia en el resultado de la fase de recogida, sino que condiciona el resto de operaciones que integran un programa de reciclado: clasificación, recuperación y, en su caso, reciclado final. Su correcta elección es, pues, el punto clave del éxito de un programa de reciclado, debiéndose promover sistemas de recogida que sean ambiental y económicamente eficientes.

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Para que la recogida selectiva pueda ofrecer el beneficio para el medio ambiente que se espera de ella, a un coste razonable, es imprescindible que los ciudadanos depositen los envases en el contenedor adecuado.

 Según datos de 2010, la distribución de los sistemas de recogida implantados en los cerca de 45 millones de habitantes, en términos de población, es la siguiente: un 32,9% de los contenedores amarillos instalados son de carga lateral, un 33,2% de tipo iglú, un 27% de carga trasera y un 5,6% están soterrados. Existen dos opciones más, pero muy minoritarias, como son los contenedores de bolseo y los contenedores neumáticos, con un 0,7% y un 0,6% de implantación, respectivamente.

Mejoras tecnológicas

Gracias a la incorporación de mejoras tecnológicas, ha sido posible incrementar la eficiencia de carga de los vehículos aumentando así el rendimiento de la recogida, como sucede con el sistema de carga lateral. La evolución de dicho sistema en los últimos años en millones de habitantes, ha permitido que el acceso y uso del contenedor amarillo pasara de 8,4 millones de habitantes en 2005 a 13,5 millones de habitantes en 2009. Este dato pone de manifiesto que lograr una mayor eficiencia en el servicio de recogida selectiva es una de las prioridades que todos los agentes implicados (ciudadanos, administraciones y empresas públicas y privadas) deben tener. El principio de sostenibilidad exige actuaciones eficientes de forma que se destinen los recursos acordes al mejor balance ambiental y económico, y poder así, trasladar los recursos prescindibles a otras necesidades.

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El sistema de recogida mediante contenedor en acera ofrece una mayor comodidad para los ciudadanos, por su proximidad, lo que asegura una alta participación.
 Ecoembes: el gestor del contenedor amarillo
 
El Sistema Integrado de Gestion (SIG) que actúa como gestor en España de la recuperación selectiva de residuos de envases ligeros esEcoembes. Es responsabilidad suya firmar acuerdos con Comunidades Autónomas y Entidades Locales (ayuntamientos, consorcios, mancomunidades…) para en virtud de estos acuerdos y dando cumplimiento a la Ley de Envases, sufragar a las Entidades el extracoste que les supone la recogida selectiva de envases respecto a la recogida tradicional de basuras, ya que son los propios municipios los encargados y responsables de implantar y realizar la recogida selectiva de los residuos de envases. En la actualidad Ecoembes tiene acuerdos con prácticamente todas las entidades locales españolas, llegando a dar servicio a unos 46 millones de habitantes.
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